CONÓCENOS
Murcia nació en el año 831, en pleno Valle del Río Segura, y aún conserva vestigios de su muralla árabe y de un pasado palaciego visible en el Museo de Santa Clara. La ciudad cristiana aportó calles como Platería y Trapería, reflejo de su intensa vida gremial. Pero fue en los siglos XVII y XVIII cuando Murcia vivió su mayor esplendor, con una expansión urbana marcada por iglesias barrocas como las de la Merced, San Miguel o Santo Domingo, decoradas con obras maestras de Salzillo.
PATRIMONIO
La Catedral de Murcia, iniciada en el siglo XIV, es su monumento más emblemático, con elementos góticos, barrocos y una imponente fachada de Jaime Bort. A su lado, el Palacio Episcopal y el Almudí representan el esplendor del siglo XVIII. El siglo XIX dejó joyas como el Teatro Romea, el Ayuntamiento y el Casino, con su sorprendente patio neonazarí. Fuera del centro destacan el Santuario de la Fuensanta y el Monasterio de San Jerónimo. Museos como el Arqueológico, el de Bellas Artes, el Salzillo o el de los Molinos del Río conservan vivo el vínculo entre Murcia, el arte y el Segura. La ciudad también celebra con orgullo sus tradiciones: la Semana Santa, con esculturas de Salzillo; el Bando de la Huerta, que convierte la ciudad en una fiesta popular; el Entierro de la Sardina, desfile de Interés Turístico Internacional; y la Romería de la Virgen de la Fuensanta, que une a todo un pueblo en torno a su patrona.
CONGRESOS
Sin embargo, Murcia no se ha quedado anclada en su pasado, sino que es también una ciudad moderna, dotada de todos los equipamientos e infraestructuras necesarios, con un amplio complejo universitario y con un
Auditorio y Palacio de Congresos que, unido a sus instalaciones hoteleras, la convierten en un lugar idóneo para la celebración de reuniones y eventos de todo tipo.
NATURALEZA
Murcia es también un lugar excelente para practicar
senderismo. Son variados los itinerarios para poder conocer la huerta. Caminos que nos guían suavemente a través de ella e inundan nuestros sentidos, la luz mediterránea, los alegres colores de los frutales, los aromas de albahaca y azahar y la sensación de continua primavera. En los alrededores existen lugares de gran valor medioambiental como el
Parque Regional del Valle-Carrascoy donde se alza la ermita dedicada a la patrona de la ciudad, La Virgen de la Fuensanta y donde las hermosas vistas de la Vega del Segura son un deleite para la vista.