CONÓCENOS
El Valle de Ricote, en la Vega Media del Segura, fue el último reducto morisco del Levante español, ya que en él permanecieron los mudéjares del Reino de Murcia hasta su expulsión en 1614. Esta larga permanencia árabe, junto al paisaje desértico de las sierras que bordean la vega, ha hecho que su fisonomía conserve rasgos tan orientales que la referencia al oasis es casi obligada.
HISTORIA
La villa de Ricote, antigua fortaleza dominadora, a la que los árabes llamaron Alarbona, es hoy apacible, enclavada entre el vergel huertano y la caliza de su sierra, en la que crecen las vides que dan cuerpo a su famoso y artesanal vino, de poderosa graduación, oscuro color y corta comercialización.
PATRIMONIO
Con ese dulce regusto en el paladar, la villa nos muestra el encanto de sus casas blasonadas, la Iglesia de San Sebastián, donde se guardan obras notables, entre ellas, su valioso órgano restaurado. También de gran interés es la Casa Grande o de los Llamas, de puro barroco murciano y con notables rejerías labradas.