¿Quién va a negar que la gastronomía es una de las partes más sabrosas de hacer turismo? Y es que al visitante se le conquista por su estómago, sobre todo si ha estado de arriba a abajo recorriendo todos los recodos del mapa. Además, la Región de Murcia no tiene sólo monumentos en sus plazas y en sus calles, sino también en sus fogones, por eso, puedes experimentar la cultura mientras deleitas tu paladar.
Nuestra tierra es una encrucijada de culturas y eso se nota en su cocina. Íberos, fenicios, bizantinos, cartagineses, romanos y árabes poblaron durante siglos esta zona, trajeron nuevos productos, pero también supieron sacar partido a los autóctonos, aprovechando el sol, el suelo y el agua de nuestra Región.
Además, nuestra situación privilegiada de pueblo costero pero con un interior rico lleno de minifundios, humedales y algún que otro bosque, nos otorga variedad de materias primas y, por lo tanto, también hace que nuestra cocina tenga multitud de platos típicos de lo más heterogéneo, dibujando un paisaje de sabores ampliamente delicioso.
La tradición convive con las nuevas formas de entender la cocina, en la que las recetas se reinventan y actualizan. A pesar de sus diferencias, ambas comparten una base común: la utilización de los mejores productos. La unión de ambas dibuja un paisaje de sabores ampliamente delicioso.