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Un recorrido por Jumilla
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Además de ser famosa por sus vinos, Jumilla alberga otras muchas riquezas que merece la pena conocer. Hace siglos, la ciudad era famosa por ser encrucijada de caminos y culturas, por lo que se pueden encontrar vestigios históricos y artísticos de todas las civilizaciones del mediterráneo. No en vano, ésta es una tierra próspera y llena de contrastes a la que los árabes llamaron "la bella". La ciudad fue declarada en 1981 conjunto histórico-artístico por sus monumentos, museos y demás atractivos turísticos y culturales.
La Iglesia de El Salvador es uno de los grandes símbolos de Jumilla. Su fachada pertenece al barroco murciano, con dos torres de sillar y ladrillo que la flanquean. Este magnífico templo guarda en su interior la imagen del Cristo de la Salud del XVIII, que sale en procesión el Viernes Santo.
También en el centro se encuentra el Teatro Vico. Tras su rehabilitación en 1991, el edificio combina la estética de sus orígenes con instalaciones y medios técnicos más modernos, ofreciendo hoy día las representaciones y espectáculos más variados.
Otro de los monumentos que destacan en el paisaje urbano de Jumilla es la Casa Modernista. Conocida popularmente como "Doña Pepita", llama especialmente la atención su mirador y la rejería que adorna su fachada. Desde allí, el visitante puede acercarse al Ayuntamiento y contemplar su regio balcón de forja o pasear por su pintoresco patio interior; y al Museo Municipal de Etnografía y Ciencias de la Naturaleza, con una amplia representación de antiguos oficios (esparto, loza, cristal...) y una importantísima colección de minerales de todo el mundo, fósiles y huellas de animales prehistóricos.
La ruta continúa deleitándonos con la riqueza arquitectónica de esta bella ciudad en la Casa del Artesano, donde además de poder comprar todo tipo de artesanías podrá conocer algunas curiosidades de esta generosa tierra, y en la Casa Solariega de "Pérez de los Cobos", único ejemplo de arquitectura privada renacentista en la Región de Murcia.
Pero si de verdad se quiere conocer la historia de la ciudad, nada mejor que pasear por la Plaza de Arriba y sumergirse en sus tradiciones más arraigadas. En este rincón lleno de simbolismos se ubican la Ermita de San José, otro ejemplo del barroco murciano, la antigua posada y el Palacio del Concejo y Lonja. Tras su remodelación, a finales de los años 90, el edificio fue inaugurado como Museo Arqueológico Municipal Jerónimo Molina, albergando en su interior una gran colección de materiales y reliquias que van desde el Paleolítico y el mundo ibérico, hasta la época romana.
Desde esta plaza el visitante puede continuar el camino hacia la Iglesia Mayor de Santiago, otro de los grandes símbolos de la ciudad. De estilo gótico tardío, el templo guarda en su interior un magnífico retablo del siglo XVI en el que se representa la peregrinación a la Península del apóstol Santiago.
Destacan además la Ermita de San Antón, el Monasterio de Santa Ana del Monte, y la Ermita de San Roque, más conocida como Puerta de Granada, desde donde se accedía a la ciudad siglos atrás. Mención aparte merece la Ermita de San Agustín, que guarda la imagen de la patrona, Nuestra Señora de la Asunción.
Probablemente, en este punto, el viajero ya habrá oído hablar de El Casón, un mausoleo tardorromano declarado Monumento Nacional en 1931. Merece la pena visitarlo, ya que se trata del monumento funerario de esta época mejor conservado de España y uno de los mejores de Europa.
Pero el presente de Jumilla también guarda una estrecha relación con la historia árabe. Podemos encontrar una muestra palpable de ello en la calle más antigua de la ciudad, el Callejón del Fiscal. Construido entre los siglos XII y XIII, su recorrido concluye en la Parroquia Santa María del Arrabal, que fue erigida sobre una necrópolis islámica en 1430.
Al fondo, en lo alto de la ciudad, se puede ver el Castillo de Jumilla, una antigua fortaleza y alcázar musulmán que todavía hoy parece vigilar la urbe. En 1461 el Marqués de Villena hizo levantar la Torre del Homenaje tal como la conocemos en la actualidad, con tres pisos, sótano y terraza, poniendo en ella su escudo de armas. Recientemente, el Castillo ha sido rehabilitado, albergando en su interior varias salas de exposiciones. Para acceder a él, hay que atravesar el Camino del Subidor, un espectacular mirador que regala una panorámica sin igual de este emblemático enclave.
Este extraordinario patrimonio artístico, compuesto por museos, calles blasonadas, restos arqueológicos... se completa con dos jardines muy especiales y apreciados por los jumillanos: el Jardín Botánico "La Estacada", que reúne más de 150 especies ornamentales de árboles, arbustos y demás especies autóctonas; y El Jardín del Rey Don Pedro, cuyos pinos centenarios invitan a pasar una jornada agradable bajo el cobijo de su sombra. En este lugar, destaca además el Paseo Poeta Lorenzo Guardiola, que discurre desde la Plaza del Rey Don Pedro a la estación de ferrocarril y que seguro reservará agradables sorpresas para el caminante.
Paisajes Legendarios
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Dejando atrás parques y jardines, podemos continuar nuestro recorrido ascendiendo a los parajes naturales que rodean la ciudad. La Sierra de La Cingla, área montañosa de gran belleza paisajística y alto valor ambiental, puede ser un lugar excepcional para comenzar la excursión. En este enclave destacan las pinturas rupestres de los Abrigos del Barranco del Buen Aire, declaradas Bien de Interés Cultural y Patrimonio de la Humanidad, y la Sierra de Los Gavilanes, punto de encuentro casi obligado de senderistas ávidos de emociones.
Otra de las rutas más singulares que se pueden encontrar en este paisaje legendario es la que discurre por la Sierra de La Pedrera. Famosa por su riqueza ambiental, geológica e histórica, aquí se puede contemplar el Acueducto de Miraflores, de origen romano, y el del Pontón, así como la Cantera de Santiago, desde donde se extrajeron numerosos bloques de piedra para la edificación de la Iglesia de Santiago. Pero podemos descubrir otros tesoros arqueológicos de gran valor como las pinturas y grabados rupestres de la Edad de Bronce, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y los yacimientos fósiles Hoya de la Sima. Cabe destacar además las minas de La Celia, que albergan un yacimiento excepcional de apatito en rocas volcánicas de tipo'jumillita', de interés mundial.
El Parque Regional Sierra de El Carche guarda una multitud de senderos, barrancos y parajes de vegetación mediterránea donde poder practicar casi todo tipo de deportes. Destacan el parapente, escalada, ala delta, espeleología y, por supuesto, el senderismo, gracias al sendero de gran recorrido que atraviesa la zona. La ruta cuenta también con el Refugio Municipal, que se cede gratuitamente a los grupos excursio-nistas. Por el camino, el viajero encontrará algunas edificaciones antiguas muy curiosas como el Pozo de la Nieve (siglo XVII) y el Cuco de la Alberquilla (siglo XIX). Entre los parajes de mayor interés destacan la cumbre Madama del Carche, el Barranco de la Guarafía, la Fuente de la Sanguijuela, y las Salinas de la Rosa.
Otra de las rutas que más éxito acapara entre los senderistas es la que atraviesa la Sierra de Santa Ana. En su recorrido, nos encontramos con algunos enclaves de interés histórico como el Pasico de San Pascual.
Lo que no te debes perder
UN LUGAR
EL MONASTERIO DE SANTA ANA DEL MONTEEste convento franciscano, fundado en 1573, se encuentra en el centro de una pinada en la Sierra de Santa Ana, un entorno natural emblemático que invita a la meditación y al sosiego.
En el siglo XVII se colgó de su bóveda un cristo crucificado conocido como "El Cristo de la Reja" y que, según cuenta la leyenda, estando los frailes orando desclavó su mano derecha y dio tres veces la bendición a la comunidad.
En su capilla se puede admirar el Cristo de la Columna, una magnífica talla de madera de ciprés, que fue encargada por los frailes al escultor Francisco Salzillo. Desde el siglo XIX, el Cristo sale en romería para participar en los desfiles de Semana Santa y Domingo de Ramos.
El Marqués de Villena, muy devoto de Santa Ana, envió desde Italia muchas de las reliquias que se conservan en el convento, convirtiendo este relicario en el tercero de España. Dentro del monasterio destaca, además, un importante museo creado con las aportaciones de objetos de todo el mundo que han traído los frailes.
EVENTOS
EVENTOS MUSICA ENTRE VINOSMúsica entre Vinos se celebra todos los fines de semana en Jumilla desde finales de mayo a finales de julio. Una original propuesta que ofrece la posibilidad de visitar una bodega de la Ruta del Vino de Jumilla para después disfrutar de un concierto de música acompañado de una degustación de productos gastronómicos de la zona y de una cata de vinos en la propia bodega. Los estilos de música y las bodegas son diferentes cada fin de semana.
LAS FIESTAS DE LA VENDIMIA
Declarada de Interés Turístico Regional, esta fiesta se desarrolla en torno al día 15 de agosto, Día de Nuestra Señora de la Asunción, patrona de Jumilla. Además, coinciden con otras dos grandes celebraciones en la ciudad, las Fiestas de Moros y Cristianos y el Festival Nacional de Folclore.
Las Fiestas de la Vendimia surgen por iniciativa de un grupo de bodegueros de la localidad, hasta que hace unos años comenzaron a participar en ellas grupos y asociaciones de agricultores dando lugar a la formación de peñas, aglutinadas en la «Federación de Peñas de la Fiesta de la Vendimia».
Todos los actos que en ella se ofrecen giran en torno al vino y su cultura, mostrando todas sus labores, como son la vendimia, la pisa, la elaboración y la degustación, organizando numerosas actividades dirigidas a un público de todas las edades y en las que la diversión está asegurada: Inauguración de la Fuente del Vino, Ofrenda de Uvas y Primer Mosto al Niño de las Uvas, Cabalgata Infantil, Cabalgata del Vino, etc.
GASTRONOMIA
El gazpacho jumillano. De origen judío, cocinado con trozos de torta de harina de trigo sin fermentar, con variedad de carne de caza, liebre, perdiz, conejo, etc. y caracoles serranos.La gachamiga. Plato de invierno, de gran valor calórico y arraigada tradición popular por su sencillez, cuyos ingredientes son harina, aceite, ajos, agua y sal.
Relleno o pelotas. Plato típico del día de Navidad, aunque ahora se cocina en cualquier época. Se elabora con pan rallado remojado en agua o leche, hígado o magro picado, nuevos, ajos, perejil y se condimenta al gusto, cociéndose en forma de pelotas en el caldo del cocido.
Empanadas de patata. Muy utilizada en Semana Santa, se elaboran con una masa de harina, aceite, agua y sal, rellenándola con patatas fritas, atún, huevos cocidos, pimientos, piñones y perejil.
Queso de cabra frito con tomate. Es un queso fresco, elaborado con leche procedente de una raza autóctona, la Murciano-Granadina. Se fríe en aceite de oliva y se sirve con tomate frito.
Queso de Murcia al Vino. Amparado por la Denominación de Origen Protegida, está elaborado con leche de cabra de raza murciano granadina pasteurizada y bañado en vino tinto, de textura cremosa y elástica, sabor agradablemente ácido, poco salado y aroma suave.
HACER SENDERISMO
Para los amantes de la bicicleta de montaña y a quienes guste recorrer a pie nuestra naturaleza, Jumilla ofrece un sinfín de posibilidades. La Sierra Larga, la Sierra de El Carche (Parque Natural Regional), la Sierra del Buey y la Sierra de Santa Ana, entre otras, donde el visitante puede disfrutar de la belleza de la flora y la fauna salvaje. Otro de los atractivos turísticos son el Jardín Botánico en el poblado agrícola de La Estacada, que alberga más de 150 especies; la "Jumillita", en las minas de La Celia, de origen romano e interés geológico mundial o las pinturas rupestres en el Barranco del Buen Aire.Top 10
Jumilla es una de las paradas cruciales en el Nordeste de la Región. Llamada la Bella por los árabes, es famosa por sus vinos con Denominación de Origen, su gastronomía, sus jardines y su legado íbero, romano y medieval
VAMOS DE VINOS
Jumilla es uno de los santuarios de España para los amantes del buen vino. Aquí podrás alojarte en un entorno rural, pasear entre los campos de viñedos, visitar sus bodegas y vinotecas y conocer paso a paso el proceso de elaboración de sus vinos con Denominación de Origen. Si además a esta esencia enológica le añadimos un toque alternativo, tendremos como resultado el festival "Música Entre Vinos", un acontecimiento veraniego en el que los conciertos se llevan a cabo dentro de toneles gigantes, entre buenos vinos y gastronomía de la zona.
TODA UNA FORTALEZA
El castillo de Jumilla, mandado construir en 1461 por el Marqués de Villena sobre una antigua fortificación musulmana, es hoy un ejemplo de restauración y un concurrido espacio cultural. Para llegar a él tendrás que atravesar el Camino del Subidor, un mirador natural que te regalará la que seguramente es una de las panorámicas más impresionantes de la Región. Tiene la declaración de Monumento Nacional.
VIDA MONACAL
Pasear por el Convento de Santa Ana, situado en el corazón de la sierra, es un lujo que no debes perderte. Dentro del conjunto destacan especialmente el antiguo refectorio, la ermita del huerto, la antigua biblioteca y un museo, donde se exhiben sorprendentes objetos recopilados por los frailes a lo largo y ancho del planeta. En el interior del monasterio se custodian imágenes tan importantes para los jumillanos como el Cristo Amarrado a la Columna de Salzillo, el Cristo de la Reja y la Abuelica Santa Ana.
ETNOGRAFÍA Y NATURALEZA
Un universo de curiosidades aguardan en las vitrinas del Museo Etnográfico y de Ciencias de la Naturaleza de Jumilla. Sus dos plantas acogen una importantísima colección de fósiles, minerales y huellas de animales prehistóricos, así como una amplia representación de oficios locales, como esparto, loza y cristal.
UNA BELLA HISTORIA
Caminar por las calles blasonadas de Jumilla, bajo magníficos balcones y rejerías, no tiene desperdicio. Te invitamos a que te pierdas por su casco antiguo y descubras por qué la ciudad fue bautizada por los árabes como "la Bella". No olvides visitar las iglesias de Santiago y de El Salvador y los jardines de la Estacada y del rey Don Pedro. Mención especial merece el Teatro Vico, de estilo modernista y tradición ecléctica, construido en el siglo XIX y concebido como un teatro "a la italiana". Si eres observador no pasarás por alto su parecido al Teatro Romea de Murcia, y es que ambos proyectos fueron diseñados por el mismo arquitecto, Justo Millán y Espinosa.
SONIDOS DE PASIÓN
Ascienden por las callejuelas el sonido de las cornetas y los tambores, el olor inconfundible de flores y cera quemada, se respiran aires medievales... La Semana de Pasión de Jumilla, declarada de Interés Turístico Nacional, destaca por su solemnidad, un detalle que no le resta ni un ápice de intensidad al espectáculo nazareno. Desfiles de origen franciscano con más de cuatro siglos de historia, pregones y la romería desde el monasterio de Santa Ana son los elementos más significativos de esta fiesta. Imprescindible asistir al paso del Cristo Amarrado a la Columna de Salzillo.
MIRANDO A LA CALLE
La Casa Modernista es uno de los grandes exponentes del modernismo murciano. Te llamará especialmente la atención su mirador y la rejería floral de forja que adorna su fachada. Muy cerca de allí se encuentra el Ayuntamiento, donde merece la pena contemplar el regio balcón de forja o pasear por su pintoresco patio interior.
PARA GENTE ACTIVA
Si estás ávido de emociones montañeras no tienes que irte muy lejos; las encontrarás en los parajes que rodean la ciudad. En la Sierra de La Cingla y en la Sierra de la Pedrera, y entre entornos naturales de gran belleza, hay pinturas rupestres declaradas Patrimonio de la Humanidad y huellas fósiles de 7 millones de años de antigüedad. A su vez, la Sierra del Carche supone un paso casi obligado para los visitantes, que podrán practicar todo tipo de deportes, como parapente, escalada, espeleología y senderismo.
MESA Y MANTEL
Si vienes no puedes dejar de probar el gazpacho jumillano, de origen judío y cocinado a base de torta de harina de trigo sin fermentar, carne de caza y caracoles serranos. Para el invierno, la gachamiga y las pelotas con carne son las mejores apuestas para entrar rápidamente en calor. Tampoco te olvides de las empanadas de patata, el queso de cabra frito con tomate y de los dulces de toda la vida, como los rollos al vino, las pirusas, los sequillos y las cristóbalas. Y siempre regado con un buen vino de Jumilla.
EMPÁPATE DE VINO
Coincidiendo con la Feria y Fiestas patronales, a mediados del mes de agosto se celebran en Jumilla las fiesta de la Vendimia, donde se reparten miles de litros de vino y productos típicos entre los asistentes. Es tradición vestir con una camisa blanca que se irá poniendo perdida a púrpura conforme vaya avanzando la jornada.