CAPRICHO OROGRÁFICO
Bajo el descriptivo apelativo de La Manga se encierra un curioso capricho orográfico que ha venido siendo uno de los símbolos que mejor identifican el litoral murciano como enclave turístico: un cordón extendido a lo largo de, aproximadamente, 24 km entre Cabo de Palos y la Punta del Mojón, que pone límites naturales a la laguna de agua salada conocida como Mar Menor. En su origen, lo que actualmente se conoce como La Manga del Mar Menor fue una bahía abierta al Mediterráneo; en sus extremos, escollos de rocas volcánicas fueron actuando paulatinamente como frenos de arenas y sedimentos arrastrados por las corrientes marinas, hasta conformar una columna arenosa de dunas y vegetación agreste y extensas playas bañadas por dos mares, el Mediterráneo y el Menor. La Manga es una estrecha franja de terreno cuya anchura varía entre 200 m y 1 km y medio. Está cortada por canales naturales que mantienen el contacto entre los dos mares; las llamadas golas permiten la entrada en el agua del Mediterráneo en la laguna. Como tal espacio, se mantuvo virgen hasta la década de los años sesenta, cuando se produce el "descubrimiento" de La Manga como enclave turístico, experimentando una transformación con la urbanización de la zona y la construcción de infraestructuras turísticas.INFRAESTRUCTURAS
Hoy en día todo lo que alberga La Manga está pensado para hacer la estancia más agradable al visitante. Unas dotaciones hoteleras completas con una red de establecimientos con la máxima calificación (un hotel de cinco estrellas, entre otros), situados en puntos estratégicos, complejos residenciales de apartamentos, puertos náuticos, escuelas de vela, centros de recreo, supermercados, tiendas, bares, discotecas... todo lo necesario para el que busca unas vacaciones plenas. En épocas de invierno y otoño, La Manga continúa funcionando, ya que posee una población constante durante todo el año. El invierno es ideal para los que buscan tranquilidad, disponiendo de las infraestructuras y servicios necesarios.DOS MARES
Por su propia condición de enclave entre dos mares, La Manga es también un lugar idóneo para la práctica de los deportes relacionados con la náutica. Escuelas de vela y esquí con cursos periódicos, windsurf y catamaranes. En el Mediterráneo disfrutarán los que prefieren un fuerte oleaje para deslizarse con las tablas de windsurf; además, toda la costa ofrece una serie de zonas óptimas y perfectamente delimitadas para la práctica del submarinismo, como Cabo de Palos y profundidades rocosas junto a la Isla Grosa.Además, los que acudan a esta zona podrán disfrutar de todas las ventajas de la Estación Náutica del Mar Menor que, siguiendo el concepto de las estaciones de esquí, ofrece un conjunto de infraestructuras náuticas, deportivas y turísticas, hoteles y alojamientos y establecimientos de formación y ocio agrupados en un espacio común: toda la Ribera del Mar Menor y La Manga. Las excepcionales condiciones climatológicas de la zona -315 días de sol al año y 18ºC de temperatura media anual- son óptimas para la práctica continuada de actividades náuticas.
Top 10
Icono turístico por excelencia, La Manga ha sido durante décadas la meca para los amantes de las arenas blancas, las aguas cristalinas y el bullicio. A pesar del gran número de visitantes que recibe cada año, este paraíso todavía ofrece rincones por descubrir, sorpresas y lugares solitarios Sólo aquí podrás bañarte en dos mares y sólo aquí podrás ver el sol salir y ponerse sobre las aguas.
UN PARAÍSO NAÚTICO
Aviso para navegantes: Estás en el paraíso de los deportes náuticos. Dos mares, buen tiempo durante todo el año y escuelas e instalaciones, muchas de ellas pertenecientes a la Estación Náutica del Mar Menor, que te lo ponen muy fácil para que tanto seas un principiante o un experto, practiques vela, windsurf, kitesurf, piragüismo, buceo y muchos otros deportes de mar.
¡TODOS A BORDO!
Contemplar el paisaje litoral desde la playa es impresionante, pero subir a bordo de un barco y navegar por el Mar Menor y el Mediterráneo es algo que va más allá. Encontrarás varias islas de origen volcánico que acogen espacios protegidos con un alto valor medioambiental, habiéndose desarrollado en ellos microambientes idóneos para que prosperen especies de flora y fauna exclusivas de estas latitudes, como el fartet o ciertas aves acuática que tienen aquí sus zonas de nidificación. Puedes alquilar un barco con o sin patrón o enrolarte en alguna de las embarcaciones turísticas que realizan rutas por todo el Mar Menor. Importante: no olvides traer prismáticos.
ESCAPADA MARINERA
Escaparse un día al cercano pueblo pesquero de Cabo de Palos es una de las experiencias más valoradas para quienes visitan la zona. Comer un caldero frente al mar, bucear en la Reserva Marina de Cabo de Palos - Islas Hormigas y disfrutar de los que seguramente serán uno de los mejores fondos de estas costas y pasear en este entorno alejado de masificaciones son algunas de nuestras sugerencias. Pero sin duda, si por algo es conocido también Cabo de Palos es por su Mercadillo de los domingos, en el que encontrarás todo tipo de cosas.
QUEREMOS MARCHA
El Zoco y Plaza Bohemia son dos puntos clave de La Manga, famosos por concentrar en pequeñas áreas una gran cantidad de restaurantes, bares, tiendas, pubs, hoteles, y locales de moda. Si vas buscando terrazas, gente, música, copas y mucho ambiente, los has encontrado. Además, existen varios locales y chiringuitos a la orilla del Mar Menor en los que podrás disfrutar de un ambiente distendido y relajado.
UN LUGAR IMPRESCINDIBLE
El Parque Regional de Calblanque es uno de esos lugares de la Región que pase lo que pase no puedes perderte. Largas playas de arena dorada, calas solitarias, aguas cristalinas y naturaleza de belleza primigenia consiguen borrar de la mente en cuestión de segundos todo lo que tenga que ver con complejos turísticos y masificaciones. Disfrutar de un paseo nocturno a caballo sobre la orilla de la playa, hacer senderismo frente al Mediterráneo o volar en kitesurf son las actividades más populares de la zona.
TODO UN LUJO
Muy cerca del Parque Regional de Calblanque y de sus espacios vírgenes e inalterados, se encuentra uno de los mejor resorts deportivos del mundo: La Manga Club. Este complejo cuenta con habitaciones de lujo, tanto en hoteles como en apartamentos, restaurantes para todos los gustos, instalaciones deportivas de todo tipo, algunos de los mejores campos de golf de Europa y todos los servicios que puedas imaginar para sentirte como en casa, o incluso mejor. No debes irte sin probar algún tratamiento de salud y belleza o un reconfortante masaje de manos expertas.
¡MAMMA MÍA!
Allí donde casi termina La Manga, se extiende Veneziola, una zona, concebida originariamente como una pequeña Venecia residencial. La soledad de sus playas la convierten en un lugar muy recomendable para los que buscan un baño tranquilo alejado de aglomeraciones en plena naturaleza. En esta zona se levanta el puente de la risa, una pequeña pasarela con un desnivel tan grande que al cruzarlo en coche te parecerá que vas a salir disparado por los aires. Es común ver a los vehículos pasar una y otra vez sobre él, sobre todo si transportan niños.
LA RUTA DE LOS CHIRINGUITOS
En La Manga, una de los pasatiempos más populares es salir de chiringuitos. No hay nada como degustar un buen plato de arroz o de pescadito frito frente al mar, relajarse a pie de playa entre baño y baño o ver el atardecer sobre hamacas y pufs rodeado del mejor ambiente chill out y la mejor música. El arroz caldero, acompañado de dorada y "ali oli", el pescadito frito y los pescados a la sal o a la espalda, son típicos en esta zona.
UN RINCÓN INOLVIDABLE
Junto a las tranquilas aguas del Mar Menor, encontrarás una de las zonas más exclusivas de La Manga y cada vez más de moda. El Puerto Tomás Maestre es una importante área deportiva, comercial y de ocio, repleto de restaurantes de cocina internacional y exótica. Ideal para irse a cenar mientras ves una puesta de sol inolvidable.
¿A PIE O EN BICI?
Os aconsejamos tomar el sendero que va de Cala Reona a Calblanque, un camino de vistas impresionantes que transcurre entre palmitos y plantas aromáticas como la lavanda, el tomillo y el espliego y se encuentra sembrado de antiguos pozos de minas debidamente señalizados. Al final del recorrido os espera la belleza de las playas vírgenes de Calblanque, completamente ajenas a la actividad turística, sin edificaciones y rodeadas de montañas.