Tradiciones en Halloween

Dicen que para conocer bien el alma de una ciudad hay que visitar su mercado y su cementerio. En los camposantos de la región podrás conocer los lugares donde reposan los restos de personajes que han sido importantes para la historia y encontrar curiosos epitafios y joyas arquitectónicas en forma de panteones. Destaca el de la ciudad de Murcia, de finales del siglo XIX con las tumbas de Ramón Gaya y Jara Carrillo, de parada obligatoria. En la ciudad de Cartagena has de visitar el Cementerio de Nuestra Señora de los Remedios, donde reposan los restos del militar e inventor Isaac Peral. Aunque sin duda una de las tumbas más visitadas de la región es la de Francisco Rabal en el cementerio del municipio de Águilas. El municipio de Bullas organiza visitas guiadas por su cementerio durante el mes de octubre y parte de noviembre para que conozcas su historia y personajes más ilustres. Del siglo XIX también data el de Jumilla, que presenta una peculiaridad: el día 1 de noviembre abre 24 horas. ¿Lo visitarías de noche?

Es habitual que el 1 de noviembre las familias visiten las tumbas de sus seres queridos, los cementerios se llenan de gente y se convierten en lugares de encuentro. Las flores, protagonistas de estos días, rinden homenaje a los que ya no están entre nosotros. Si lo que buscas es seguir la tradición, puedes dar una vuelta por la Plaza de las Flores de Murcia y aledaños, un lugar emblemático que durante años ha sido ocupado por floristas y que en estos días se llena de puestos multicolores en los que elegir entre las muchas variedades que ofrecen. En ellos encontrarás la que sin duda durante mucho tiempo fue la flor más típica del día de Todos los Santos: el crisantemo.

Es en esta época del año cuando las cuadrillas o campana de auroros comienzan uno de los ciclos de sus cantos. Desde el 1 de noviembre hasta el 7 de diciembre los auroros entonan su campana al amanecer para rezar a los difuntos. Es muy típico que muchas de estas cuadrillas visiten los cementerios en el día de Todos los Santos para entonar sus salves a difuntos. Todo un espectáculo poder contemplar sus actuaciones llenas de sentimiento religioso y respeto.

En esta época del año, cuando el frío comienza a aparecer, las castañas asadas se convierten en todo un festín. También es tiempo de degustar buñuelos de viento. Dice la tradición que cada vez que comes uno, se salva un alma del Purgatorio. Junto a ellos, en los mostradores de todas las confiterías, encontrarás los huesos de santo, elaborados con mazapán y dulces de yema. Y si nunca has oído hablar del arrope y calabazate, acércate hasta la Plaza de San Pedro de Murcia y encontrarás numerosos puestos con algunos de estos productos tradicionales.